La música vallenata está de luto.
Falleció esta madrugada en Montería, Enrique Díaz, acordeonero, cantante y compositor bolivarense, dueño de un estilo único y un lenguaje original.
Díaz había nacido el 3 de abril de 1945 en un Marialabaja, Bolívar. Tenía 69 años. Era conocido como el Tigre de Marialabaja, uno de los pocos juglares vallenatos de Colombia, que se paseó con su voz y su lírica por toda la Costa Caribe.
Tenía un parecido en el tono de su voz con el ya desaparecido rey vallenato Alejandro Durán. Díaz dejó una huella imborrable en el vallenato, con canciones como La Caja Negra, El Rico Cují, El Puerto, La Plata se acaba, entre otras.
Fue un trovador que se ganó la admiración de quienes conocieron su obra lírica, de "estilo castellano". Tenía un estilo jocoso para contar historias y cuentos.
Su vida la pasó en Valencia, Córdoba. Ayer, Dios lo llamó para ingresar al conjunto celestial vallenato, a donde solo llegan los grandes.
Muchos compositores recuerdan sus cuentos y anécdotas. Ever Sierra, compositor bolivarense, asegura que tenía el don de la palabra. "Daba gusto verlo contar chistes. Se moría uno de la risa escuchándolo".
Díaz y sus canciones célebres permanecerán por siempre en el folclor. Y falleció hoy, precisamente en el cumpleaños de otro grande, Poncho Zuleta Díaz.
Su legado era reconocido y admirado por grandes historiadores y periodistas. Adiós al maestro
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